La ganadería extensiva es aquella que se desarrolla en amplios terrenos. Así, estos espacios son aprovechados para la crianza de animales, con el fin de obtener un beneficio económico.
La ganadería extensiva se caracteriza entonces por llevarse a cabo en un gran número de hectáreas. De ese modo, se cría un ganado del cual se puede vender su carne o productos derivados como los lácteos.
Para implementar este tipo de ganadería, el productor imita el ambiente en el que vive usualmente la especie. Intentando, de este modo que su desarrollo sea lo más natural posible.
El objetivo de la ganadería extensiva es que los animales puedan movilizarse con más libertad en lugar de estar limitados a un pequeño espacio, como puede suceder en la ganadería intensiva.
Tipos de ganadería
Ventajas y desventajas de la ganadería extensiva
- Algunas ventajas de la ganadería extensiva son:
Se erosiona menos el suelo, en comparación a la ganadería intensiva.
Se requiere por hectárea de menos recursos energéticos, de mano de obra y de materiales.
Permiten preservar los ecosistemas y la diversidad de especies.
Según los expertos, permite obtener productos de mayor calidad.
Los animales reciben un trato más ético y cuentan con mayor bienestar. Por esa razón, sufren de menos enfermedades y problemas de comportamiento.
- Sin embargo, este tipo de ganadería también enfrenta una serie de desventajas o retos:
Es más ineficiente (exige mayores costes) que la ganadería intensiva.
El ciclo de producción es más largo que en el de la ganadería intensiva, y no necesariamente se ajusta a los requerimientos de los consumidores. Es decir, pueden existir periodos en los que no hay producción (porque no es el momento en el que puede obtenerse el recurso del animal), pero sí una demanda que podría satisfacerse.
Al no centrarse en la reducción de costes, como la ganadería intensiva, sus productos suelen ser más caros y menos competitivos en precios en el mercado.
Los productos no son homogéneos, haciéndolos menos atractivos en el mercado.
Requiere de amplios terrenos, y para disponer de ellos en algunos casos se recurre a la deforestación.
¿COMO AFECTA EL LOBO A ESTO?
Los lobos incluyen en su dieta especies de gran importancia para la ganadería, como ovejas, cabras y vacas. Por ello, la presencia de lobos en zonas en las que se desarrolla la ganadería extensiva da lugar a una gran conflictividad social, por los daños que se producen a las explotaciones.
Los ataques de lobos al ganado se han incrementado de forma directamente proporcional a la recuperación de la especie. El lobo es un gran depredador que necesita alimentarse, y las cabezas de ganado que pastan en el campo son una presa fácil y apetitosa.
Los ataques de lobos al ganado se producen a cualquier hora y en cualquier circunstancia. Lo más habitual es que cabezas de ganado que se encuentran en tierras de pasto sufran ataques rápidos, que afectan a unos pocos ejemplares del rebaño. Los lobos suelen morder en la yugular o en los cuartos traseros, y no devoran entero el animal, sino que dan unos cuantos bocados y huyen rápidamente.
¿ES BUENO QUE HAYA LOBOS?
La conservación de las especies y el cuidado de la naturaleza son objetivos que nos conciernen a todos. Razones éticas, científicas, económicas y culturales demuestran que la conservación de las especies debe ser un objetivo de toda sociedad.
Sin embargo, nuestra historia y experiencia nos demuestran que, en las sociedades modernas, el territorio debe estar gestionado adecuadamente, mediante políticas públicas que regulen la convivencia de animales, plantas y ecosistemas en relación con el ser humano.
Es utópico pensar que es posible la existencia de un territorio en el que especies de animales salvajes como el lobo campen a sus anchas sin ningún tipo de control.
ENTONCES, ¿ES POSIBLE LA CONVIVENCIA ENTRE GANADERÍA Y LOBOS?
La experiencia nos demuestra que en zonas con densidades altas de presencia de lobos, la ganadería extensiva se hace insostenible.
Los ganaderos apostamos por el control poblacional del lobo mediante la caza regulada en las zonas en las que éste no está en peligro de extinción.
Debe hacer una estrategia nacional de protección y regulación de la especie y controles continuos por parte de las Comunidades Autónomas, en los que se tenga en cuenta a las personas más vulnerables: los ganaderos y ganaderas.